Implementó un “plan de racionalización” que significó la desvinculación de unos 28 trabajadores, incluyendo a cuatro gerentes.
La tradicional empresa de bicicletas chilena Oxford, fundada por la familia Burgos en Arica hace más de 60 años, atraviesa un complejo escenario. La firma implementó un plan de racionalización desde finales de junio de 2022, que ya significó la desvinculación de aproximadamente 28 trabajadores, incluyendo a cuatro gerentes de diversas áreas.
“La optimización y racionalización de recursos se transformó en necesidad primordial para mi representada, debiendo la misma desvincular a una importante cantidad de trabajadores, ya que esta reestructuración era la única manera de mantener vigente a la compañía en el mercado, afrontando responsablemente el ejercicio comercial 2023 y los venideros”, dijo el abogado de la compañía, Juan Francisco Ready, en respuesta a una demanda por supuesto despido injustificado.
En un escrito presentado el 20 de junio a la justicia, dijo que el no haber realizado la mencionada reestructuración, se “hubiera arriesgado financieramente a la empresa que no podía seguir sosteniendo una estructura de costo tan elevada conforme a los requerimientos y exigencias que actualmente emanan del escenario comercial en que se desenvuelve”.
En una carta de desvinculación, la empresa insistió que la aludida reestructuración “se hace estrictamente necesaria a partir del complejo escenario comercial y financiero en que actualmente se desenvuelve la empresa, y que viene principalmente determinado por una drástica caída en las ventas”.
Según explicó el abogado Juan Francisco Ready a la justicia, los “resultados negativos” que enfrenta la compañía se debieron a una caída drástica en las ventas durante el año 2022. “Del orden de 52% en relación al año anterior, esto es, alrededor de $ 9.100 millones menos”, manifestó el jurista.
Mayores costos y existencias
Añadió que a la baja en las ventas de la empresa de bicicletas y accesorios, se sumó lo que denominó como un “creciente aumento en los costos operativos”, apuntando directamente a los valores de los fletes y la variación en el tipo de cambio.
También sumó “la realidad interna de la empresa, donde existen sobre existencias en bodega del orden de 350%”.
“Todo lo anterior implicó que Oxford se viera en la obligación de implementar una reestructura que implicara una significativa baja de los costos internos”, sostuvo el abogado de la sociedad.